Mi regla
Ximena Carreño
Mi nombre es Ximena y tengo 37 años. Considero que mi profesión es ser mamá, es mi vocación. Tengo dos hijos, de 11 y 13 años, y ellos no van al colegio; tampoco los educo, ellos son completamente libres.
Como mujer creo que he pasado algunos años de mi vida en un proceso de resignificar tantas cosas que son naturales para la mujer como la maternidad, y en general todo lo que a uno lo hace mujer.
Mi primera menstruación fue algo vergonzoso. Yo le dije a mi mamá y a los 5 minutos llegó su esposo y me dijo “vamos a comprar las galletas”. Desde ahí siempre sentí mucha vergüenza por el tema. Siempre lo ocultaba, trataba de no decirle a mi mamá por miedo a que otra vez mandara a su esposo a comprarme las toallas higiénicas.
Para mí comprar unas toallas higiénicas hasta hace muy poco era un motivo de vergüenza, pero durante todo este proceso de resignificación he tratado de verlo como algo bonito. Cuando mi hija tuvo su primera menstruación salimos a celebrarlo. He tratado de hacérselo ver como un momento que nos hace únicas, que nos diferencia de los hombres y de hablarlo sin problema.
Toda mi vida viví avergonzada de eso, pero he tratado de hacerlo más natural y de verlo sin tantos prejuicios.